martes, 12 de julio de 2011

Todo sobre el Hamster ruso

Este posteo está creado desde la experiencia de varios años con esta especie de hámsters y la información de libros y webs interesadas en este tema. 

Aquí podréis encontrar mucha información sobre este tipo de hámsters y otras especies como el Hámster Ruso. 

INTRODUCCIÓN 
El hámster posee muchas características que lo convierten en un animal de compañía idóneo: es muy simpático, cuesta poco dinero no solo comprarlo sino también cuidar de él (el gasto mayor es la jaula), necesita poco espacio, no desprende olores desagradables siempre y cuando su jaula esté limpia. ES PERFECTO PARA VIVIR EN UN PISO
hacen mucha compañía dado su carácter alegre y juguetón. Me proporcionan un entretenimiento interminable cada vez que estoy con ellos. Sin embargo el hecho de que su pelaje de "peluche" invite a darle caricias y mimos, les gusta poco este tipo de atenciones. Podrían reaccionar incluso mordiendo. Prefieren ser mirados que tocados. Son difíciles de manipular debido a su pequeño tamaño y en algunos casos imposibles de domesticar. Uno de los inconvenientes de tenerlos como animales de compañía es que duran poquitos años.

Requieren pequeñas atenciones diarias, básicamente agua y comida.

Son animales nocturnos, duermen todo el día exceptuando periodos de actividad. Sus actividades las realizan por la noche. 




MORFOLOGÍA 


El cuerpo del hámster está cubierto por un pelaje suave y tupido. La piel es elástica y muy abundante. El macho y la hembra tienen un aspecto muy parecido (aunque el macho suele ser un poquito más largo que la hembra), excepto en los genitales externos. Las patas son bastante cortas; las delanteras (las cuales utiliza para sujetar la comida y llevársela a la boca, y también para limpiarse) tienen cuatro dedos.

Las traseras tienen cinco; todos los dedos están dotados de uñas. Cuando quiere observar a su alrededor, adopta la posición de pie sobre las patas traseras.

Tiene largos bigotes en el hocico, que mueve continuamente cuando huele el aire, y actúan como un órgano táctil, muy útil para detectar los obstáculos cuando el pequeño roedor se mueve en la oscuridad.

El olfato está muy desarrollado y sirve para buscar la comida, para huir de los enemigos y, en el caso del macho, para encontrar una hembra y aparearse.

Los ojos son pequeños, redondos, muy prominentes. La vista está poco desarrollada. De hecho, son animales nocturnos y su actividad se basa principalmente en el olfato y el oído. Las orejas son finas y delicadas, y están cubiertas de pelo fino. El oído es muy sensible, razón por la cual les molestan los sonidos agudos. 



La característica más peculiar de los hámsters es la presencia de los abazones (también llamados sacos bucales) situados en la pared interna de las mejillas que forma un saco elástico usado por el animal para llevar la comida al nido y el material para construir dicho lugar. Cuando los abazones están vacíos no se notan pero cuando están llenos sí. Una vez en el nido el hámster vaciará los sacos con ayuda de sus patas delanteras.





 CARÁCTER Y COMPORTAMIENTO 

El carácter de los hámsters puede variar mucho según los individuos: los hay dóciles y tranquilos, y nerviosos y mordedores. Por norma general, son dóciles los hámsters que han sido manipulados con cuidado desde pequeños, y son tímidos o agresivos los que nunca han sido acostumbrados al contacto con la mano del hombre. Los hámsters rusos a parte de su pequeño tamaño, son animales más para observar que para tocar ya que tienen un temperamento más vivaz y activo. Los hámsters tiene el sueño muy profundo. Si se intenta coger un hámster con la mano mientras duerme, y se despierta del golpe, es muy probable que reaccione mordiendo. Las hembras que están criando también pueden comportarse con agresividad y no deben ser molestadas.

Son curiosos y activos, de modo que observar sus actividades es muy divertido. Al ser animales nocturnos duermen de día, pero también tienen breves periodos de actividad diarios.

Cuando no duermen, la ocupación principal de estos pequeños animales es explorar el lugar donde viven.

Cuando encuentran comida la introducen en los abazones hasta llenarlos por completo. Una vez llenos, vuelven al nido, los vacían en la zona destinada a despensa y salen de nuevo a explorar. En estos animales, y también en otros roedores, se observa el fenómeno de la coprofagía (ingestión de las heces propias), ya que contienen sustancias nutritivas, especialmente vitaminas producidas por las bacterias intestinales. 

 

Los hámsters pasan mucho tiempo ocupados en el nido, construyéndolo con el material que van encontrando en sus exploraciones.

Sobre todo a los hámsters jóvenes les gusta correr en la noria, una actividad que los puede tener ocupados durante horas cada noche.

Son animales muy limpios que dedican bastante tiempo a la higiene personal: se lamen cuidadosamente el pelo, ayudándose con las patas, tal como hacen los gatos. 



 




Puedo afirmar que un hámster, cuando no duerme, nunca permanece sin hacer nada. 


ADQUISICIÓN 


El hámster puede comprarse en una tienda de animales, a un criador privado o a una familia con hámsters que hayan criado. 

Hoy en día es fácil encontrar hámsters rusos en cualquier tienda de animales. La ventaja de la tienda es la posibilidad de elección de los ejemplares. Antes de proceder a la compra, es conveniente observar cómo están alojados los animales. Si están amontonados en una jaula con poco espacio y suciedad, si no tienen agua a su disposición y si el único alimento que reciben son semillas de girasol, no es aconsejable realizar la compra. 

Comprando el hámster a un criador (normalmente los criadores somos personas aficionadas a estos animalitos) o a una familia se tiene la ventaja de poder elegir y examinar los animales con tranquilidad, y además se tiene la posibilidad de contar con información detallada acerca de la fecha de nacimiento, el carácter del animal, la alimentación a la que está acostumbrado. Por otro lado, es más fácil encontrar ejemplares dóciles, porque están habituados a ser manipulados desde pequeños. 


 

El hámster ruso (al igual que la mayoría de los hámsters enanos) viven mejor en pareja (lo cual constituye un problema si no se quiere que se reproduzcan), siempre con la condición de que la convivencia empiece cuando ambos animales todavía son pequeños. Si un hámster adulto está habituado a vivir solo, no dudará en atacar a cualquier otro ejemplar que le introduzcan en la jaula. 

Los ejemplares de especies diferentes no deben tenerse juntos, ya que acabarían atacándose. Si se quiere tener varios hámsters juntos, estos pueden ser de diferentes procedencias con la condición de que sean jóvenes, para que se acostumbren a la presencia de los otros, o también se pueden elegir pequeños de la misma camada que hayan crecido juntos. 

Los ejemplares deben ser preferiblemente macho y hembra. Dos machos adultos no son compatibles y posiblemente acabarán peleándose. Dos hembras es más probable que se entiendan, pero no hay que descartar la posibilidad de que se peleen. Naturalmente si se tienen dos hámsters del sexo opuesto es inevitable que se reproduzcan, por lo cual conviene saber qué se hará con la nueva camada. Si surgen disputas entre la pareja habrá que separarlos en jaulas individuales. Cuando un hámster está acostumbrado a vivir solo, ya nunca puede vivir con otro ejemplar, porque no tardaría en atacar. El breve periodo del celo constituye la única excepción en la que la hembra puede aceptar la presencia del macho en caso de que éstos, estén separados. 

Estos son los factores más importantes a la hora de elegir un hámster. No hay que dejar que el vendedor elija un animal cualquiera, sino que hay que dedicar un tiempo a observar a los animales. Debemos tener en cuenta que los hamsters son nocturnos por lo tanto, es normal que pasen la mayor parte del día durmiendo y que al despertar, estén un poquito torpes pero después deben ser curiosos y atentos a lo que ocurre a su alrededor. Aconsejo que se eviten los animales que parezcan demasiado nerviosos o asustados. 

Un hámster sano debe tener el manto tupido y limpio, sin caspa, costras o zonas peladas. Los ojos han de estar bien abiertos y limpios, y el pelo que los rodea no debe verse húmedo, ni presentar costras o mucosidades. La nariz también debe estar limpia, sin mucosidades ni costras. Si es posible, se puede comprobar (con o sin ayuda del vendedor) que los incisivos no falten o estén torcidos, porque el animal tendría dificultades para alimentarse. La zona próxima al ano ha de estar limpia y seca (el caso contrario puede indicar la existencia de diarrea, síntoma muy grave. También debe observarse que las patas tengan todos los dedos (4 delante y 5 detrás) y que el animal no esté ni delgado ni obeso. 


Un hámster al que nunca han acostumbrado a ser manipulado por el hombre puede reaccionar mal cuando el vendedor lo coja en la mano y, aunque no es imposible domesticarlo en poco tiempo, es mucho mejor empezar con un animal que ya sea dócil y tenga buen carácter, especialmente para un niño. 
 
La edad del hámster es un factor importante a la hora de realizar la compra. La edad idónea se sitúa entre las cinco y las diez semanas de vida. Los animales más jóvenes no estarán destetados correctamente y pueden tener problemas para alimentarse. Los que sobrepasan esta edad pueden ser difíciles de domesticar si han vivido en la tienda y no han sido acostumbrados a dejarse tocar. 

Si se elegimos una hembra tendremos que fijarnos primero en la edad y después si está sola en el nido o convive con otras hembras, porque si vive con un macho, a la edad de dos meses ya puede haber sido fecundada, de manera que en un par de semanas podríamos encontrarnos con que no tiene un hámster, sino varios. 

Si se quiere solo un hámster la elección del sexo no es muy importante porque influye poco en el comportamiento del animal (aunque yo prefiero tener hembras). 

 

Después de haber elegido al animal que nos interesa, el comerciante lo introducirá en un contenedor adecuado. Si el viaje hasta casa es corto, puede bastar una pequeña caja de cartón, pero también podemos llevar nosotros una caja más fuerte, como por ejemplo una caja de zapatos, a la que le tendremos que hacer una serie de agujeritos para que entre aire al interior de ésta. Los hámsters no pueden dejarse mucho tiempo en estos contenedores. porque podrían roerlos hasta abrir un agujero y escapar. Si el trayecto es largo, se pueden utilizar contenedores de plástico transparente especiales para el transporte de animales, en los que estos pueden permanecer varias horas. 

 

Es indispensable que en el momento de la compra tengamos una jaula preparada o que la compremos junto con el animal. Nada más llegar a casa deberemos prepararla, disponiendo la litera en el fondo, el agua y la comida en los recipientes y un poco de material para el nido. 

Sólo resta introducir el animal (o los animales) en su nueva casa y vigilar un par de días. 

Al principio el hámster se extrañará y deberemos dejarle un tiempo para que se ambiente y se tranquilice. 

Al principio olfateará todos los rincones, correrá por todas partes y moverá los objetos de un lugar a otro. Pronto se ambientará en su nueva casa y podremos empezar a relacionarnos con él. 






ALOJAMIENTO 

La primera regla para elegir la jaula es que sea a prueba de fugas. Los hámsters son pequeños y pueden colarse por espacios reducidos, y además tiene una fuerza notable en relación con la talla. Por lo tanto, observaremos que la jaula no presente ningún punto débil que permita escapar al pequeño y comprobaremos que las puertas de la jaula cierren bien (sin estar demasiado duras). Si el hámster lograse escapar, sería casi imposible encontrarlo y quedaría a merced de los múltiples peligros que lo acechan.

La segunda norma es que hay que comprar la jaula más espaciosa que podamos permitirnos (ya sea desde el punto de vista económico, como del espacio disponible en la casa). Cuanto más espacio tenga el animal, mejores serán las condiciones de vida.



Hay que evitar comprar aquellas jaulas tan pequeñas que en vez de viviendas, parezcan celdas de prisión. Un sistema para no ocupar demasiado espacio es comprar una jaula de varios pisos, que además, hará al hámster subir y bajar varios pisos por lo que tendrá que hacer ejercicio.

La jaula no debe contener elementos que puedan causar heridas al hámster, como puntas cortantes o bordes afilados. es importante controlar sobre todo jaulas usadas (las cuales además de poder tener barrotes rotos, pueden estar oxidadas).

La jaula debe ser fácil de abrir. Preferiblemente. además de puertas laterales, el techo también debe poderse abrir para así poder coger al hámster más fácilmente.

La última recomendación es que la jaula ha de ser fácil de desmontar y limpiar. Cuanto más complicada es una tarea, más probable es que sea aplazada, y la higiene es muy importante para la salud del hámster. 




ALIMENTACIÓN 

Los hámsters son omnívoros. En estado natural comen muchos tipos de alimentos, vegetales (plantas, semillas, tubérculos, fruta), animales (insectos), aunque son principalmente granívoros, es decir, que tienen preferencia por las semillas. Las necesidades alimentarias de las distintas especies de hámsters son similares, con lo cual, a todos se les puede dar el mismo tipo de dieta.

Para que la alimentación sea sana y equilibrada, la variedad es el elemento esencial: conviene no limitarse a un solo tipo de alimento (como pueden ser las semillas), sino ofrecer una amplia gama de sustancias, de modo que nuestro pequeño obtenga todos los elementos nutritivos necesarios. La dieta de un hámster ruso al igual que las demás razas debe incluir el 16-20% de proteínas y el 4-5% de grasas, pero a la hora de la verdad, es muy difícil calcular la composición de los alimentos, salvo en el caso de los alimentos para roedores.

Les gusta comer varias veces a lo largo del día por lo cual necesitan tener siempre comida a su disposición.

Tienen por costumbre acumular grandes reservas de alimentos, aunque ellos no saben que los alimentos frescos se deterioran rápidamente por lo que es importante retirar dicha comida.

En las tiendas de animales se puede encontrar una amplia variedad de alimentos preparados para hámsters, compuestos por mezclas de semillas (girasol, cacahuetes, trigo, avena, cebada, maíz, etc), completadas en algunos casos con copos de cereales, piensos y otros elementos. Este tipo de alimento no puede ser considerado completo para el bienestar de nuestro pequeño. Las semillas son muy ricas en grasas, pero carecen de proteínas, calcio y muchas vitaminas. Tienden a seleccionar lo que más les gusta, sobre todo las semillas de girasol cuyo contenido de grasas es altísimo. Al disponer de una cantidad abundante de estas mezclas, el hámster no consumirá todos los elementos de forma equilibrada, sino sólo los que más le gusten, y ello repercutirá en su estado de salud. Hay otros tipos de alimentos preparados que se venden como complemento alimentario o como golosina sin embargo es mejor sustituirlos por alimentos de uso humano como el pan integral o cereales sin azúcar para el desayuno.



Es importante proporcionar un complemento de alimentos frescos a nuestro pequeño, que se lo suministraremos todos los días en pequeñas cantidades. Algunos de los alimentos frescos más adecuados son por ejemplo:

Vegetales y fruta: 

Deben de ser frescos, deben lavarse muy bien y se deben retirar de la jaula antes de que se deterioren. Proporcionan fibra, vitaminas, sales minerales y agua. Cualquier fruta o verdura cruda o cocida, apta para el consumo humano se le puede dar al hámster. Lo importante es ofrecerle una gran variedad de alimentos pero en pequeñas cantidades. Es muy indicado el diente de león y el trébol ya que a los pequeñines les gusta mucho y contiene calcio. La comida debe darse siempre sin condimentar.

Hidratos de carbono: 

Otros alimentos que puede comer el hámster son: pasta hervida, pan o tostadas integrales, cereales sin azúcar. Les gustan mucho los copos de avena y las patatas hervidas.

Proteínas: 

Pueden obtenerse en el huevo duro, carne magra cocida (mucha gente dice que dando carne al hámster éste se vuelve agresivo; a mí nunca me ha pasado nada de eso), atún al natural, queso fresco, yogur, una croqueta para perros. En este caso también conviene retirar el alimento sobrante. Un alimento que les gusta especialmente son las larvas de insecto, a la venta en tiendas de caza y pesca. También venden en las tiendas, comida para pájaros insectívoros y fructívoros que básicamente contiene bichillos y fruta triturada.

Vitaminas y minerales:

Si el hámster recibe una buena alimentación completada con fruta y verdura fresca, no necesitará complementos vitamínicos y minerales. Los hámster son coprófagos, lo que quiere decir que se comen sus propios excrementos y lo hacen precisamente para obtener vitaminas, producidas por las bacterias del intestino.

Agua: 

Es un elemento indispensable especialmente para las hembras lactantes y las crías. El agua debe estar siempre fresca y limpia. La mejor forma de dar agua al hámster es con bebedero de gota. 


Alimentos que deben evitarse: 

* Alimentos que contengan azúcar: dulces, galletas, cremas, pastas, dulces en general, snack con mezcla para hámsters.
* Alimentos ricos en grasas: fritos, mantequilla, nata, bollería.
* Vegetales enmohecidos o no aptos para el consumo humano: partes verdes y hojas de la patata y del tomate, por ejemplo. Las yemas de la patata también son tóxicas.
* Chocolate.
* Leche.
* Vegetales recogidos en zonas que pueden haber sido tratadas con insecticidas o en los márgenes de la carretera
* Plantas de interior: muchas de éstas, son tóxicas o pueden haber sido tratadas con productos tóxicos.
* Cualquier alimento del cual dudemos.


IMPORTANCIA DE LAS VITAMINAS EN NUESTRO HÁMSTER 

Los hámsters al igual que otros animales, pueden padecer fácilmente síntomas carenciales si la alimentación no está equilibrada. Si exclusivamente se nutren con alimentos ricos en hidratos de carbono (carbohidratos), en nuestros peques pueden aparecer enfermedades oculares, un pelaje insuficiente (calvas) y caída de pelo, así como trastornos en el crecimiento de los hámsters jóvenes. Además el exceso de una alimentación rica en hidratos de carbono puede producir también neumonías y esterilidad. Los hámsters que sufren carencia proteínica pueden volverse mordedores y las hembras suelen comerse a sus crías. Algunos ejemplos de alimentos que contengan hidratos de carbono pueden ser; pan, el arroz (hervido a ser posible sin sal ni aceite), la pasta (hervida a ser posible sin sal ni aceite), los cereales, las patatas (hervidas a ser posible sin sal ni aceite), el maíz, la salchicha (hervida a ser posible sin sal ni aceite)...

Cuando hay carencia de las vitaminas A y E, también aparece la alopecia (caída del pelo) y, con ello, zonas calvas en el pelo de nuestro hámster. La piel se vuelve áspera y con un aspecto escamoso, en vez de suave, que sería como lo tuviesen en condiciones normales. En este caso, los ácaros que parasitan muy frecuentemente los hámsters, se multiplican, de manera que debido a una deficiencia de vitaminas pueden aparecer enfermedades cutáneas graves. La carencia de vitamina A conduce con mayor facilidad a enfermedades infecciosas, sobre todo diarrea. También puede producir problemas en la vista de nuestro hámster e incluso, llevar a la ceguera. Si hay un déficit de vitamina E, pueden aparecer esterilidad, crecimiento deficiente de los hámsters jóvenes y trastornos circulatorios dañando células, tejidos y órganos.

La carencia de vitaminas del complejo B pueden producir pérdida de peso, pero también la pérdida del pelaje y trastornos del sistema digestivo.

La deficiencia de vitamina C puede llevar al resecamiento del pelo (hace que el pelaje no esté brillante), gingivitis (inflamación de las encías), piel áspera, reseca y descamativa; disminución de la tasa de cicatrización de heridas; tendencia a la formación de hematomas; sangrados nasales; debilitamiento del esmalte de los dientes y por tanto facilidad para que se rompan; dolor e inflamación de las articulaciones y disminución de la capacidad para detener infecciones.

Si a nuestro hámster le faltase calcio en la dieta podría producir la descalcificación de los huesos, pérdida de pelo, diarrea e incluso parálisis. En las tablas de abajo podéis ver alimentos ricos en calcio. Por supuesto, hay más alimentos que lo contienen, no solo esos.

Si tuviese carencia de fósforo, que suele venir acompañada de la carencia de calcio; entonces aparece el raquitismo que es el reblandecimiento y debilitamiento de los huesos, ocasionado principalmente por falta de vitamina D, calcio y fósforo.

La deficiencia de sodio puede conducir a pérdida de apetito, alteraciones del sistema hormonal, malos resultados en la cría, crecimiento deficiente, sed y urinación excesivas y enfermedades oculares.


Cuando hay déficit de potasio (hipopotasemia) sobre todo suele haber pérdida de peso, lesiones del miocardio y exceso de líquidos corporales, apareciendo la ascitis que es el exceso de líquido en el espacio que existe entre el revestimiento membranoso del abdomen y los órganos abdominales.

Si el pienso que le damos a nuestro hámster no contiene el magnesio necesario, ello puede tener como consecuencia nerviosismo, estrés, excitabilidad e incluso convulsiones. De la misma manera podrían aparecer esclerosis renal, diarrea y pérdida de pelo.

Cuando hay falta de hierro aparece anemia que es la disminución del número de glóbulos rojos en la sangre por debajo de lo normal, así como trastornos gastrointestinales y enfermedades musculares. También pueden aparecer infecciones y esterilidad.

Estando el yodo en cantidades demasiado bajas, tanto en el pienso como en el agua, pueden surgir enfermedades del tiroides que es una glándula cuya función principal es controlar el ritmo de las reacciones químicas dentro de las células del cuerpo y otros trastornos metabólicos, como un crecimiento deficiente.

A continuación, en las tablas, podréis saber qué tipo de alimentos contienen todas las vitaminas necesarias para que vuestro hámster esté sano. 



HIGIENE 

La higiene es una condición necesaria para que el hámster pueda evolucionar y desarrollarse adecuadamente.

Los hámsters, por naturaleza, son animales muy limpios y no desprenden olores, pues con frecuencia se limpian el pelaje con sus patitas delanteras y también el hocico después de las comidas. De todas formas, estos hábitos no serán suficientes para prevenir las posibles enfermedades. Los cuidados del dueño/a y la atención que éste brinde a sus mascotas, ayudarán notablemente a que el hámster se desarrolle dentro de unas condiciones higiénicas perfectas.

Por lo tanto, hay que seguir un control riguroso de higiene y sanidad. Para ello, es necesario tener en cuenta las siguientes observaciones:

* Limpiaremos la jaula una o dos veces a la semana, junto con los comederos y bebederos con agua caliente y en todo caso un lavavajillas suave. Si utilizamos lavavajillas debemos tener cuidado en aclarar todo perfectamente y que no queden restos de jabón pues puede ser peligroso para ellos.
* Al menos una vez a la semana limpiaremos los barrotes de la jaula con un estropajo o un cepillo, para que no se depositen en ellos parásitos y no se conviertan en una fuente de microbios; ya que los hámster son aficionados a roer los barrotes de la jaula.
* A diario limpiaremos los comederos y bebederos, y se cambiaremos el agua y los alimentos.
* A diario también limpiaremos el rincón donde tengan por costumbre de orinar y limpiaremos las deposiciones y rellenaremos esta parte con lecho para la jaula.
* Para el suelo de la jaula, utilizaremos arena, tierra gruesa, virutas de madera o heno, estos materiales se limpian con facilidad.
* La habitación donde coloquemos la jaula del hámster deberá tener una correcta ventilación, así como estar a una temperatura ambiente.
* Tendremos que vigilar el no exponerlos a corrientes de aire, ni tampoco a cambios bruscos de temperatura, ya que ello podría perjudicar la salud.
* Durante el verano resguardaremos la jaula del sol, pues los fuertes rayos podrían ocasionarles una insolación. 



RERPODUCCIÓN 

Los hámsters tienen una capacidad reproductora excepcional: alcanzan la madurez sexual con mucha precocidad, los periodos de gestación son muy cortos y seguidos, y en cada parto nacen muchos pequeños. 

El periodo de reproducción: 

En la naturaleza, el ciclo de reproducción es estacional, es decir, que se reproducen sólo durante un cierto periodo del año. En el caso del hámster ruso va de abril a septiembre.

En cautividad, pueden reproducirse durante todo el año.

La hembra entra en celo cada cuatro días. El celo es el periodo en el que los óvulos maduran en los ovarios y la hembra acepta aparearse con el macho. El celo dura pocas horas. si el apareamiento ha sido fértil, va seguido de la gestación. En caso contrario, al cabo de cuatro días la hembra vuelve a entrar en celo. El celo suele iniciarse al anochecer. 

El apareamiento: 

Aparear hámsters rusos es muy fácil ya que el macho y la hembra pueden vivir juntos sin ningún tipo de problema. Tengo que recordar que la pareja tiene que haber sido formada cuando ambos eran ejemplares todavía pequeños, y que, una vez adultos, no se puede sustituir ninguno de ellos, porque un adulto extraño sería agredido si fuera introducido en la jaula en la que ya viven otros dos ejemplares y a veces, aunque solo viva uno, puede ser atacado. 

Capacidad reproductora de la hembra: 

La madre puede tener un celo pocos días después del parto y quedarse preñada de nuevo, de modo que podrá tener una segunda camada mientras la primera está justo en la edad del destete. Si las crías ya comen y beben solas, es preferible separarlas, aunque todavía no hayan cumplido las tres semanas, antes de que la madre vuelva a parir. Puede ocurrir que la madre tenga varias camadas seguidas, con tres semanas de separación una de la otra. Seguidamente pasa por un periodo de "reposo" en el que no queda preñada durante un tiempo. Otras parejas tienen camadas esporádicamente, o una sola en toda la vida. A partir de los 12 ó 14 meses de edad, la hembra es estéril. 

Gestación y parto: 

El periodo de gestación es muy corto: 18-21 días.

Los hámsters rusos alcanzan la madurez sexual a los dos meses. El número medio de crías por camada es de 4 a 6, pero puede oscilar entre 1 y 9, o más.

En estos animalitos es difícil determinar cuándo está preñada la hembra, porque su actividad y su aspecto no experimentan demasiadas variaciones. Si el número de fetos es elevado, se puede observar un aumento de las dimensiones del abdomen.

A veces la hembra agrede al macho y lo echa del nido. Sin embargo, no es necesario sacar al macho de la jaula después del parto. El padre no ataca a los pequeños y a veces incluso llega a cuidarlos, les da calor, los limpia, los lleva al nido cuando se alejan. Se sabe que los cachorros han nacido cuando escuchamos en el interior del nido una especie de gruñiditos. Tenemos que recordar la necesidad de respetar la intimidad de la madre y de no caer en la tentación de tocar y espiar a las crías. 


El desarrollo de las crías y el destete: 

Las crías al nacer pesan unos 2 gramos. Son muy inmaduras, no tienen pelo (son completamente rosadas), tienen las orejas y ojos cerrados, pero sí se pueden observar los incisivos. Al nacer ya tienen los bigotes. Pasados unos días aparece la pigmentación oscura del dorso y empieza a crecer el pelo. A los 5 ó 6 días empiezan a comer el alimento que les traen los padres al nido, a pesar de que todavía no ven. A los 12-14 días abren los ojos y empiezan a explorar la jaula si bien al principio los padres intentarán llevarlos al nido. Maman hasta las 3 semanas, y a las 4 semanas están destetados y completamente formados. A esta edad se separan de los padres. 

Cómo se domestican los pequeños: 

Cuando los pequeños hámsters empiezan a salir del nido es el momento idóneo para empezar a domesticarlos. Si se manipulan cuando todavía son muy pequeños, es muy probable que crezcan dóciles y con predisposición para aceptar al hombre. Hay que empezar cogiéndolos unos instantes y acto seguido los colocaremos de nuevo en la jaula. Así entenderán que esta experiencia no tiene ningún peligro. Poco a poco alargaremos el tiempo que los tenemos en la mano, dejando que nos huelan y que pasen de una mano a otra. Tan pronto como den señales de impaciencia los volveremos a poner en la jaula, de tal modo que la experiencia en nuestras manos no sea nunca desagradable. También podemos ofrecerles un poco de comida; en poco tiempo aprenderán a subirse a las manos ellos solos. Tenemos que evitar los movimientos bruscos y los ruidos para no asustarlos. 
Crías abandonas y huérfanas: 

Los recién nacidos que la madre rechaza o que han quedado huérfanos tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir. Son muy inmaduros y es muy difícil criarlos artificialmente.

En el caso del hámster ruso se ha comprobado que hay madres que han aceptado crías de otras hembras. Para que sean adoptados es preciso frotar a los pequeños huérfanos con el material del nido para que se impregnen del olor, y seguidamente instalarlos junto con los otros pequeños mientras la hembra esté fuera comiendo.

Puede haber posibilidades de éxito con la lactancia artificial si los pequeños están próximos ya al destete, dándoles con cuenta gotas leche artificial para gatitos. La leche de vaca no es adecuada porque su composición es muy diferente de la del hámster, ya que la segunda, contiene cuatro veces más de grasas y el doble de proteínas que la primera. 

Precauciones importantes: 

Al igual que otros roedores, los hámsters pueden abandonar o matar a la camada si advierten en los pequeños algún olor extraño, como podría ser nuestras manos, o si se asustan o se sienten inseguros. No hay que molestar a la madre durante los últimos días de la gestación y, durante los diez días que siguen al parto, no se debe tocar a los pequeños.

*En caso de que sea necesario coger una cría con la mano, por ejemplo porque haya caído fuera del nido y la madre no lo ha recuperado, es preferible cogerlo con un pañuelo de papel, o recogerlo con una cuchara, para no tocarlo directamente con las manos.
*No se debe limpiar la jaula mientras la hembra esté amamantando a las crías y en caso de que fuera totalmente necesario limpiarla, no se debe limpiar el nido.
*La jaula se debe colocar en un sitio tranquilo y silencioso. Tenemos que recordar la necesidad de respetar la intimidad de la madre y de no caer en la tentación de tocar y espiar a las crías.
*La hembra debe disponer de suficiente material para el nido: papel de cocina, papel higiénico, heno... Debe tener comida en abundancia y suplemento de proteínas: huevo duro, carne cocida, queso...
*Tener la comida y el bebedero al alcance de los pequeños. 






Cómo reconocer los síntomas de las enfermedades: 
En algunas ocasiones el hámster enfermo no manifiesta ningún síntoma hasta que muere. Otras veces los signos de enfermedad son muy leves y sólo consigue darse cuenta la persona que día tras día los observa atentamente. Los síntomas que indican la existencia de problemas, de mayor a menos gravedad, son los siguientes:

*Menor vivacidad.
*Desgana para moverse, posición encorvada.
*Menor interés por el agua y la comida.
*Mayor consumo de agua.
*Heces más blandas de lo normal o diarrea.
*Suspensión de la emisión de excrementos.
*Pelo mojado en la zona inferior de la cola.
*Aparición de lesiones o tumefacciones.
*Flujo nasal o lagrimeo, pelo de los párpados sucio, respiración ruidosa o dificultosa, estornudos. (Foto 1)
*Zona de piel sin pelo, pelo revuelto o sucio, aparición de caspa, costras. (Foto 2)
*Incisivos demasiado largos.
*Agresividad cuando anteriormente era dócil. 



Qué hacer si el hámster enferma: 

Si el hámster no está bien debemos llevarlo al veterinario cuanto antes ya que el metabolismos de los mamíferos pequeñitos es muy rápido, lo que significa que al enfermar, dicha enfermedad seguirá su curso rápidamente.

Debemos asegurarnos de que "ese" veterinario en cuestión está acostumbrado a tratar con nuestros pequeños roedores.

Si es posible llevaremos al hámster en su jaula ya que es posible que el veterinario quiera analizarla así como los excrementos de éste. Si no podemos transportarlo en la jaula, en el lugar donde lo vayamos a transportar pondremos un poco del material del nido.

Para poco tiempo no hace falta ponerle comida y agua; aunque para estar más tranquilos con que no pasarán sed ni hambre, podemos ponerle un trocito de manzana ya que ésta contiene alimento y agua a su vez.

El veterinario necesitará una serie de datos como por ejemplo, la edad, el tipo de alimentación, desde cuando vemos mal al pequeño, observaciones personales nuestras como puede ser que el hámster cuando nos dirigimos a la jaula sale a recibirnos y ha dejado de hacerlo.

Si el veterinario prescribe fármacos deberemos asegurarnos que hemos entendido como debemos administrarlos. Muchos veterinarios especializados en animales exóticos acogen a los pacientes, ya que así pueden seguir mejor el curso de la enfermedad.

Aunque los mordiscos de los hámsters son bastantes habituales, no comportan peligro de transmisión de la rabia.

Nosotros podemos trasmitir al hámster una pulmonía o una gripe.