domingo, 11 de septiembre de 2011

Cómo criar hamsters y ratitas de laboratorio


HAMSTERS





Según Wikipedia, los cricetinos (Cricetinae) son una subfamilia de roedores, conocidos vulgarmente como hámsters (un germanismo). Se han identificado 18 especies actuales distintas, agrupadas en siete géneros. La mayoría son originarias de Oriente Medio y del sureste de Estados Unidos. Al ser muy fáciles de criar en cautividad, son ampliamente usados como animales de laboratorio y como mascotas. Todas las especies se caracterizan por las bolsas expansibles, llamadas abazones, ubicadas en el interior de la boca y que van desde las mejillas hasta los hombros.











Si decide comprar uno, lo mejor es que tenga en cuenta que lo caro no será el animalito en sí (ya que son mascotas de muy bajo costo), sino todos los implementos que este debe tener para estar cómodo, como la hamstera.
Necesitan un espacio más bien amplio, preferentemente con una ruedita, donde puedan hacer ejercicio (pues, si no, tenderán a la sedentariedad y tienen una fuerte propensión a volverse diabéticos y sufrir infartos). Personalmente, les recomiendo una hamstera (son como las peceras, pero con pasarelitas de vidrio y rueditas, muchas veces, incluidas).
Lo mejor es ponerlos cerca de una ventana, donde la claridad pueda indicarles cuádo es de día y cuándo de noche. Son animalitos mayormente nocturnos, así que no se asuste cuando sienta chillidos y astilleos cuando está oscuro: suelen dedicar las noches a realizar ejercicio o comer, al menos, hasta que no se acostumbren a las actividades de la casa. 
Lo mejor es colocar, en la base de la hamstera, aserrín. En las veterinarias se vende especialmente para este fin: eso les permite estar cómodos y enterrar su alimento, algo que hacen por costumbre, a pesar de que les pongamos platitos con él. También es esencial el colocarles una especie de casita o cajita (pero NUNCA DE CARTÓN, pues se lo comen), preferentemente de madera, para que puedan introducirse en ella. Eso los hace sentirse más seguros.
Sepa, también, que deberá asear la jaula, como mínimo, una vez cada diez días, pues el aserrín, con el tiempo y los fluidos que estos bichitos emanan, comienza a despedir mal olor. Cuando se acostumbran, estos animalitos encuentran y diferencian un solo lugar de la jaula donde ir a hacer sus necesidades: también puede pensar en renovar sólo el aserrín de esta parte, aunque no es recomendable.











Al momento de escoger uno, debe saber que hay varias especies. En el interior de la Argentina suelen verse dos: los de angora o pelo largo, más peludiotos, de ojos más grandes y considerados más "tiernos"; y los más comunes, veteados y de pelo corto. Pueden mezclarse, pues pertenecen a la misma especie. Tenga en cuenta que no serán nunca animales dóciles, que pueda dejar sueltos; al principio, serán bastante ariscos y huidizos, y ante el mínimo movimiento o intromisión nuestra en la hamstera, tenderán a morder. Sépalo, por si quiere comprar uno para sus hijos: no son animales a los que les guste verse asediados ni apretujados, y las mordeduras suelen ser bastante dolorosas. (Lo sé por experiencia propia). Los nuestros tardaron aproximadamente un mes en reconocernos; con el tiempo dejarnos de mordernos cada vez que limpiábamos las jaulas, e incluso, nuestra hamster angora sube a nuestra mano cuando la introducimos en la hamstera. 
Los hamsters suelen ser animales solitarios, por lo que si juntan una pareja (sobre todo, de la especie de pelo corto y veteados, que son los más peleadores); de manera indefectible, uno se volverá más territorial y agresivo que el otro (suele ser la hembra, la más conflictiva), por lo que las peleas y los chillidos serán constantes. Nosotros tenemos tres: dos hembras (una de angora y la otra, de pelo corto) y un macho de pelo corto (en la foto: Roberta, apoyada en la rampa, nuestra hembra de pelo corto y Houdini, el macho). Durante la época de celo, hacemos que los tres convivan, hasta que ambas hembras queden preñadas. Luego, separamos a las hembras, ya que Roberta es la más agresiva y territorial y suele ponerse difícil cuando está por parir. Es bueno separarlos al momento de tener las crías: eso permite que las hembras amamanten y crén sin problematizarse por la presencia de posibles amenazas, esto impedirá que se coman a sus crías por creerlas amenazadas.











Hay que estar atento, pues las hembras tienen períodos de celo de sólo un día. Durante este lapso, es muy común ver a los hasmters peleando, chillando y revolcándose en el aserrín: están en su "período de reconocimiento". Nos daremos cuenta cuándo la hembra está en celo, pues es común verlas hacer "la planchita". Luego de la cópula, la gestación tiene un promedio de dos semanas. Lo más probable es que, cuando notemos que la hembra esté preñada, falten apenas días para la concepción, pues el embarazo no se hace notorio sino hasta los últimos días. Si la vemos gordita, pesada e intranquila, dejémosle el suficiente espacio para no molestarla. Si hasta el momento no le hemos conseguido una cajita, este es el mejor momento para hacerlo, pues el brindarle una "madriguera" es lo que más las confortará.











Lo más normal, es que tengan una cantidad de crías promedio, entre cinco y quince cachorritos. Las nuestras han tenido siempre un máximo de diez, pero esto depende de la alimentación, de las posibilidades gestacionales de la hembra, y demás. NO ES INUSUAL QUE LOS HAMSTERS SE COMAN A SUS CRÍAS; pero hay que estar atentos a los motivos. La causa más común porque es demasiado joven para tener bebés y no puede producir la suficiente leche ni tiene proteínas suficientes para sacarlos adelante, así que, como en la naturaleza nada se desperdicia, se los come para conseguir esas proteínas y que en futuros partos los pueda criar adecuadamente a sus bebés. Otras veces, los pequeñines mueren porque la madre no los sabe atender. Por lo tanto, se debe procurar que no se quede embarazada antes de los dos meses. Otra causa es que la hembra detecte cualquier peligro. No tiene por que ser un peligro real, pero si se la molesta, ella lo puede interpretar como un peligro, ya que no sabe que está protegida en la jaula y que el cuidador no va a atacar a loss bebés, sólo sabe que tiene que protegerlos como sea y si no puede salvarlos, al menos intenta salvarse ella para poder seguir criando otras camadas. Nosotros sabemos que nuestros bebés no saldrían adelante sin su mamá, así que intentamos que no sufran. Por eso hay que procurar molestarla lo menos posible durante todo el período de embarazo, parto y crianza. Que esté tranquila y sin intrusiones es muy importante. Otro motivo es que las crías tengan un olor diferente: son prácticamente ciegos; si una hembra detecta un olor diferente en una de las crías, pensará que es un intruso que ha venido a atacar a sus pequeños. La rechazará o la atacará y matará para proteger a las demás. Por eso no se deben coger a las crías hasta pasados al menos quince días de su nacimiento. Si necesitases agarrarlas, utiliza unos guantes de latex. Si falta espacio o comida, la hembra considerará que no podrá sacar adelante a todos sus bebés, así que mata a las más débiles para que las más fuertes sobrevivan. Ella no sabe que dispone de toda la comida y espacio que quiera porque su cuidador se lo dará. Ella piensa que lo que tiene es de lo que dispone y trata de adaptarse. Por eso es importante que tengan mucho espacio y comida. También si alguna cría está enferma, su madre sabe que no podrá salir adelante sola después de destetarla. Los hamsters siempre actúan como si vivieran sólos en el campo y no saben que tienen un cuidador que se ocuparía de esa cría que no puede andar o que no puede comer sóla. La mamá piensa que será presa fácil para cualquier depredador y para que no sufra y poder dar más alimento a sus bebés sanos, la mata. Si naciese muerta, también se la come para mantener el nido limpio y evitar las infecciones.











En general, hay que tener mucho cuidado en no molestar a la mamá, no tocar a las crías y darle toda la comida y espacio posible. También es bueno darle a la hembra galletas para perro, carne magra de buey, yema de huevo cocido y/o batido de soja, como dosis adicional de proteínas y que pueda generar suficiente leche para los pequeños. En la foto, Jacinta, nuestra hamster angora. La cruza con un hamster de pelo corto hizo que tuviera algunos angora grisecitos, como ellas, otros angora veteados y otros, veteados de pelo corto. 
También hay que tener cuidado, puesto que, aproximadamente, tras una semana de vida los pequeñines abren los ojos y, aún mamando, quieren salir a conocer el mundo. Si la hamstera es una jaula con barrotes, hay que tener en cuenta que no vayan a escapar o caerse a través de los barrotes. Recuerde que POR DONDE PASA LA CABEZA DE UN HAMSTER PASA TODO EL CUERPO, pues están adaptados a escurrirse por los lugares más pequeños.













Los hamsters, solitos, se encargan de su aseo e higiene. Si llega a alcanzar el grado de docilidad tal que haga que a alguien se le ocurra bañarlo, hágalo con una toalla cerca, agua tibia, y cuídelo de las corrientes de aire, pues son animales propensos a resfriarse. Por demás, NO TRANSMITEN ENFERMEDADES NI PARÁSITOS, pues nacen vírgenes de ellas y no están en contacto con el piso, constantemente, como los perros. Si alguno llegara a lastimarse (es común, cuando conviven, que se lastimen entre ellos), no se preocupe: cicatrizará solo. A lo sumo, lo máximo recomendable es limpiarles las heridas con un algodoncito embebido con solución oftalmológica estéril (las gotitas para los ojos).

Ratitas de laboratorio




No es posible encontrar mucho tipo de información acerca de esta especie en Internet; en primer lugar, porque no a mucha gente le gusta este tipo de roedores, por considerarlos peste, y en segundo lugar, porque las más conocidas dentro de este tipo de mascotas, son las ratas de laboratorio.
Las Ratitas de laboratorio, a diferencia de estas últimas, alcanzan, desde la punta de la cola a la cabeza, un tamaño máximo de 10 cm (como mucho). Son muy pequeñas y adorables: no muerden (a no ser que se las apretuje demasiado, y la mordedura es apenas notoria). Tampoco transmiten enfermedades, y existe una gran variedad de colores. Están las blancas, marrones, negras, y todas las combinaciones de estos colores.




El hábitat más recomendable para ellas es el mismo que para los hamsters; sólo que puede destinárseles un espacio más pequeño, puesto que su tamaño es menor. Eso sí, a no olvidar la ruedita ni la caja: estos animales son aún más activos y necesitan mucho del ejercicio y de un lugar protegido donde dormir.




Como a los hamsters, debe cuidarse de que nunca les falte agua ni comida, que suelen cubrir constantemente con aserrín. Mientras que los hamsters aman la lechuga y las semillas de girasol, estos animalitos son más tendientes a los granos.





Estos animalitos se reproducen con mayor asiduidad y tienen un mayor número de crías. Lo mejor es que, apenas tenga sus bebés, el macho sea separado de la hembra, de lo contrario, volverá a pisarla inmediatamente (pues la hembra entra en celo tras el parto) y tendrá una enorme cantidad de crías.
Cuide que le hembra tenga al menos un mes antes de procrear, o es bastante probable que muera tras el parto: cuando son demasiado pequeñas, suelen sufrir infartos por el esfuerzo.




Cuando nacen, lo hacen sin pelo, pero apenas pasados dos días ya puede adivinarse qué coloración tendrán. Suelen parir entre siete y quince crías: su período de gestación es de 14 a 18 días; pero pueden volver a tener una segunda camada antes de terminar de dar de mamar a la primera.




El color generalmente es dado por la madre, sin importar de qué color sea el macho. Hay que cuidarse, pues estos animalitos son más acrobatas y huidizos, y pueden colgarse o colarse entre las rejas de la hamstera, y escapar cuando no se los está viendo. Cuídese, si no quiere tener mascotas a lo largo y ancho de toda su vivienda, o encontrarlos en lugares
imprevistos. 




El estado de preñez de la hembra es más notorio en esta especie, pues engorda considerablemente.




El amamantamiento puede prolongarse hasta el mes, incluso, pero una vez que las crías comiencen a alimentarse solas, ya están en condiciones de ser separadas de la madre.



A La Grande le puse CUCA



Amigos, eso es todo por el momento. Espero que les haya gustado el post y haya sido de utilidad para todo aquél que ingresó aquí buscando información concerniente al tema. Agradezco cualquier comentario, y aquí estaré para cualquier pregunta que me quieran hacer dejo mi facebook si quieren agreguenme  
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2 comentarios:

  1. jajaaj a la grande le puse cuca!! jajajajaaj!
    te hago una pregu: a esos niditos que tienen las ratitas y los hamsters los haces vos o donde se consiguen?
    saludos!

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  2. jejeje si son cajitas podes usar cajas de carton o viste los nidos para pajaros q venden bueno eso tambien podes usar

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