martes, 12 de julio de 2011

Todo Sobre los Jerbos

LOS JERBOS EN LA NATURALEZA 


Los jerbos son unos pequeños mamíferos típicos de las remotas regiones áridas de Asia, África y Europa oriental. Son similares a otros roedores saltarines como los jerboas, y las ratas canguro, pero su tamaño, cuerpo, extremidades y movimientos para saltar no son tan exagerados. Se dice que están entre los roedores pequeños de movimientos más graciosos. 

Se sabe poco acerca de la vida del jerbo en la naturaleza, donde se los llama ratas del desierto o ratas de arena. Al igual que nosotros los hamsters, son animales que excavan galerías subterráneas y que habitan lejos de las fuentes de agua. Se alimentan de semillas, granos, hierbas, raíces y plantas del entorno desértico. 


LOS JERBOS COMO ANIMALES DE COMPAÑÍA 

Después de ganarse el nombre de "gentiles jerbos", en el laboratorio, fue casi inevitable que entraran en el mundo de los animales de compañía. Hacia 1965, gracias a apariciones en TV, artículos de prensa, interés en las escuelas y simples comunicaciones personales, los jerbos pasaron a ser animales de compañía bien establecidos y muy populares. 

Éstos no son animales regalones, pero parece que disfrutan al ser manipulados y no muerden a menos que se les maltrate. Su amistosidad, curiosidad, expresiones inteligentes y movimientos rápidos, como de ardilla, resultan fascinantes tanto para los adultos como para los niños. 

Los jerbos tienen necesidades de alojamiento, comida y agua que resultan fáciles de safisfacer. Se los puede dejar sin atención durante días, siempre que dispongan de agua y comida. Son limpios, inodoros, y fáciles de mantener así. Son sanos y resistentes. Hacen muy poco ruido. 

El clima no es un problema si se puede mantener la temperatura dentro de unos límites razonables. No hay hibernación en invierno ni se adormecen en verano, y los jerbos están activos durante el día. Tienen poca tendencia a escapar y si llegan a hacerlo, resulta relativamente fácil recapturarlos. 

Debido a que los jerbos parecen sentirse más felices y activos si se los mantiene en parejas, hay que considerar qué hacer con sus crías. Una alternativa podría consistir en conseguir una pareja de jerbos que ya no puedan tener crías por la edad, pero aún podrían proporcionarte muchísima actividad interesante y divertida y un comportamiento amistoso.
 





SELECCIÓN 

Si alcanza la edad de un mes, lo más probable es que un jerbo pueda tener una vida larga y saludable; es conveniente tomarse un margen de seguridad, agregando unas pocas semanas, y adquiere tus jerbos cuando tengan unas seis a ocho semanas de edad. A esta edad serán ya bastante resistentes, no demasiado nerviosos, y su aspecto y acciones te resultarán mucho más divertidos.

Los jerbos parecen estar mucho más activos y sentirse mucho más felices si se los mantiene en parejas de diferente sexo. Dos hembras o dos machos maduros pueden pelear si se los tiene juntos, especialmente si se criaron en familias diferentes. Lo mismo vale para los grupos mixtos de hembras y machos de más edad.

Si tienes que tener un único jerbo, cualquier sexo será igualmente satisfactorio. Asegúrate de que le dedicas suficiente atención y proporciónale juguetes para que tu animalito se pueda mantener activo y satisfecho.
 






JAULAS 

Los jerbos parecen estar mejor en jaulas con suelos sólidos. Una superficie de suelo de unos 25 x 50 cm. o de 40 x 40 cm. parece ser adecuada para una pareja más una camada de cachorrillos. La jaula normal de tamaño grande para nosotros los hamsters, la jaula para animales pequeños, el acuario de 40 litros e incluso algunas grandes jaulas para pájaros, como los que se venden en las tiendas de animales, pueden resultar adecuadas.

Para permitir que el jerbo pueda comer o beber como acostumbra, es decir, sentado, y para dejar algo de espacio para estirarse, es conveniente que la altura de la jaula sea de unos 20 a 25 cm.

Cada tipo de jaula tiene sus ventajas y sus inconvenientes en cuanto a durabilidad, higiene, peso y seguridad. Se prefiere las jaulas de metal, plástico y vidrio por la facilidad de limpieza. La madera es más barata, pero también es menos duradera y más difícil de mantener en condiciones higiénicas. (Los jerbos pueden roer las superficies de madera no protegidas, y pueden arañar en cierta medida las superficies de plástico y de madera).

Normalmente tus jerbos no saltarán hasta una altura suficiente como para escapar de un acuario o de una jaula abierta por la parte superior, pero conviene que haya algún tipo de techo o de tapa para evitar la entrada de intrusos permitiendo, al mismo tiempo, la ventilación. Estas cubiertas pueden hacerse con rejilla de alambre, o pueden comprarse en tamaños estándar en las tiendas de animales.

El espacio entre los barrotes de la jaula o el tamaño de las aberturas de la rejilla debería de ser como máximo de unos 15 mm; así evitarás que se produzcan heridas en las narices de los jerbos durante sus intentos de roer el metal. No debe usarse malla contra insectos en ningún lugar que quede al alcance de los jerbos, ya que éstos pueden abrirse paso a través de ella con las uñas o con los dientes.

Es preferible que los costados de la jaula sean sólidos hasta una altura de varios centímetros por encima del suelo para evitar en cierta medida que los animales esparzan el material del lecho (lo que puede ocurrir cuando los animales se entierran en él). Así también puede evitarse la pérdida accidental de jerbos recién nacidos a través de las aberturas de los barrotes o de la rejilla, y además se proporciona cierta protección contra las corrientes de aire. 






LECHO 

El material para el lecho ha de ponerse sobre el suelo de la jaula hasta formar un estrato de unos 5 a 8 cm. Los jerbos lo arreglarán de modo que quede conforme a sus necesidades, según la temperatura y sus propios gustos.

Este material debería ser limpio, absorbente, desprovisto de polvo o incapaz de generarlo, y atóxico. Las virutas de madera de pino, el serrín grueso, las mazorcas de maíz trituradas, la hierba, las hojas o cualquier material comercial para lechos son adecuados. 






LIMPIEZA 

Los jerbos son probablemente los animales de compañía más limpios. Sus residuos orgánicos son tan exiguos que el material del lecho de la jaula sólo ha de cambiarse cada dos o tres semanas. Y si cuando toca limpiar el material del lecho nace una camada de cachorrillos, puedes esperar a que los jóvenes se desteten para cambiar el lecho. Naturalmente, si se derrama agua o si es evidente que el lecho está sucio, tendrás que cambiarlo antes. Es posible que haya de cambiar el lecho más frecuentemente durante los días calurosos que en tiempo frío.

La limpieza rutinaria de la jaula consiste en un rápido raspado y barrido cuando se saca el material sucio del lecho. Varias veces al año tendrías que usar una solución de desinfectante doméstico para limpiar con ella tanto la jaula como los utensilios y accesorios. Asegúrate de secar y airear bien la jaula antes de volver a meter los animales en ella.

Cuando vuelvas a poner a tus jerbos en la jaula después de haber renovado el lecho, se enterrarán en él y trabajarán industriosamente para disponerlo a su gusto. Éste es un buen momento para poner en la jaula un trozo de tela suave con el fin de que los jerbos puedan despedazarlo y hacer con los pedazos material para anidar, que les durará hasta el próximo cambio de lecho.






ACCESORIOS 

Si se les proporciona suficiente espacio, los jerbos no se verán afectados por ningún tipo de parálisis. Aun así, la mayor parte de los jerbos disfrutan con una rueda de ejercicios, que les permite consumir su exceso de energía.

Un comedero, una botella para beber agua, algunos juguetes y un pedazo de madera para roer completan los accesorios necesarios para el hogar de los jerbos. 

Juguete para jerbosUn jerbo en la rueda de ejerciciosJerbo
FUGAS 

Las actividades de los jerbos, enterrarse, escarbar y roer, no significan necesariamente que estén ansiosos por escaparse. Estas acciones son parte instintiva de su vida normal. Probablemente sufrirás más de una fuga accidental de tus jerbos, de modo que hablaré de las maneras de volver a capturarlos.

Muchas veces un jerbo que se ha escapado estará deseoso de regresar a su jaula voluntariamente, si la tiene a la vista. Puedes ayudarlo a cumplir sus deseos poniendo algunas semillas de girasol cerca de la jaula. Si te quedas tranquilo, puede que él regrese poco a poco hacia ti después de haber explorado su entorno inmediato.

Debido a que a los jerbos les encanta explorar los túneles, un método muy bueno para volver a capturarlos consiste en poner un tubo de cartón o de plástico cerca de un jerbo que se ha escapado (si es necesario hay que usar algunas semillas o material de lecho, como cebo). Cuando él penetre en el tubo, tapa los extremos con tus manos, coge el tubo y devuelve el jerbo a su jaula. 0 bien puedes usar una lata de café con algo de cebo, o cualquier otro recipiente vacío, puesto de costado; cuando el jerbo se meta, lo coges tapando la salida. 




ALIMENTO SECO 
El alimento granulado para jerbos («pellets», croquetas), que se vende en las tiendas de animales, está especialmente formulado para satisfacer las necesidades dietéticas de estos animalillos. Contiene un surtido de granos como trigo, maíz, avena, y cebada, así como semillas de girasol, semillas de calabaza (y otras semillas pequeñas), cacahuetes, y copos de vegetales. Este alimento especial para gerbos debería constituir la base de la dieta de tus animales.

Ocasionalmente, algunos humanos ofrecen a sus jerbos patatas ,chips, cacahuetes con cáscara, palitos "preztel", galletas saladas y golosinas similares. 



Las semillas de girasol son la golosina preferida de los jerbos. Es fascinante observar a un jerbo sostener y manipular con destreza una semilla con sus manitas, partir la cáscara con sus afilados incisivos, extraer y devorar la semilla misma, y después descartar la cáscara para ir a buscar otra semilla. Casi todos los jerbos hacen esto cuando alcanzan unas tres semanas de edad. Sin embargo, estas semillas no deberían constituir una parte importante de la dieta, ya que contienen mucha grasa, y tus animalitos podrían tener problemas de obesidad. 




VERDURAS 


El alimento seco tiene que complementarse con verduras, varias veces a la semana, para proporcionarles vitaminas y minerales adicionales. Puedes dar a tus jerbos lechuga fresca, apio, zanahorias, perejil, nabos, cáscara de manzana, hierba, diente de león, alfalfa, y alimentos similares, pero siempre en cantidades pequeñas. Tus jerbos no son tan susceptibles a la diarrea como nosotros los hámsters, pero aun así, hay que darles verduras sólo en cantidades limitadas para eliminar el riesgo de trastornos intestinales.

Dentro de las limitaciones de las que hemos hablado, la dieta del jerbo te permite considerables posibilidades para variar. Los diferentes animales pueden mostrar ciertas preferencias por determinados alimentos, y de vez en cuando tú podrás entretenerte descubriendo sus gustos 

AGUA 

El origen desértico del jerbo significa que sus exigencias de agua para beber son mínimas; sin embargo, tu animalito deberá disponer siempre de agua fresca y limpia.

Para el agua, los platos o fuentes no son adecuados. Cada vez que el animal escarbe, arrojará material del lecho y residuos dentro del agua, ensuciándola. Además, tus jerbos podrían ahogarse dentro del recipiente con agua. Por último, los jerbos prefieren beber cuando están sentados.

Un bebedero de botella, de los que se venden en cualquier tienda de animales, es económico, se fija fácilmente a la jaula, y ayuda a mantener el agua en condiciones higiénicas. Asegúrate de comprar uno con una boquilla metálica. Para que el bebedero quede a una altura conveniente, y para evitar que el material del lecho actúen como una mecha absorbiendo el agua, debes situar la botella de modo que el extremo de la boquilla quede a varios centímetros por encima de la superficie del lecho.

Si el alojamiento de tu jerbo es un acuario o un habitáculo de paredes sólidas, puedes doblar fácilmente un alambre para sostener la botella invertida dentro de un rincón de la jaula.
 

VACACIONES 

Los jerbos pueden viajar sin problemas, pero lo más probable es que decidas dejarlos en casa si sales de vacaciones. Puedes dejar a estos animales sin que nadie los atienda durante varios días, debido a sus pocas necesidades.

Antes de marcharte, déjales un lecho nuevo, un recipiente accesible con abundante alimento seco, y un bebedero de botella lleno de agua limpia y fresca (asegúrate de que el bebedero no pierde agua). Déjale a cada jerbo un buen trozo de zanahoria cruda; esto complementará su dieta y les proporcionará una fuente de agua para casos de emergencia. Comprueba que la jaula sea a prueba de fugas, y que quede situada en un lugar donde no esté expuesta a la luz solar directa ni a extremos de temperatura ni a corrientes de aire.

Si tus vacaciones van a prolongarse más de algunos días, naturalmente tendrás que conseguir que alguien vaya a cambiarles el alimento y el agua a los animales, al menos una vez por semana, y a cambiar el material del lecho cada dos semanas, aproximadamente. 



CICLO DE ACTIVIDAD 

La vida del jerbo es una vida de actividad cíclica. Alterna períodos de intensa actividad con breves períodos de sueño o de descanso a lo largo del día. Cuando está despierto, corre velozmente de un lado para otro como una ardilla. Investiga con curiosidad todo lo que le parece novedoso. Come continuamente para poder soportar sus explosiones energéticas. Se sepulta en el material de su lecho, roe lo que se le ponga por delante y hace nidos. Su intensa participación en estas actividades hace que resulte fácil comprender por qué necesita descansar de vez en cuando.

Un jerbo suele estirar sus patas delanteras y bostezar casi como un gato o un perro. Como podrás adivinar, después de eso suele venir una siesta. El sueño puede ser profundo e ininterrumpido; si no fuera por su respiración, podrías a veces preguntarte si aún sigue vivo. Cuando hace calor, puede arreglar el material de su lecho para acostarse en el suelo desnudo de la jaula. Se enrollará sobre un costado, se estirará sobre su estómago, o incluso puede que se recueste de espaldas. Cuando hace frío, los jerbos suelen dormir muy juntos, o incluso amontonados unos sobre otros. Les gusta meter la cabeza entre sus patas traseras y enrollar su cola alrededor de su cuerpo -con lo cual su aspecto parece el de una pelotita de pelo de 5 cm de diámetro-.

Durante el período de descanso o de sueño del jerbo, no debes molestarlo. Esto sería contrario al estilo de vida del animal y podría irritarse, como un niño al que no dejan dormir la siesta. 






CURIOSIDAD 

Esta característica domina en gran medida el comportamiento activo de los jerbos. Si te aproximas a su jaula, ellos invariablemente, se acercarán para ver qué novedad en comida o en juguetes les has traído. Estarán siempre ansiosos para inspeccionar o investigar casi cualquier juguete u objeto que les ofrezcas: tubos, puentes de juguete o escaleras, vehículos, cestos, cochecitos, cajas, latas vacías, trozos de tela o de papel, bloques de construcción, etc. (Debido al hábito de roer que tienen los jerbos, asegúrate de que estos objetos no representan ningún peligro para los animales.) Su interés por un juguete u objeto nuevo durará poco tiempo y la curiosidad le hará explorar uno nuevo muy pronto.

Esta curiosidad es tan grande que un jerbo hambriento sometido a una prueba de laberinto con comida, se detendrá para explorar cada "callejón sin salida" antes de llegar al final.

Si metes la mano en su jaula, la primera reacción del jerbo consistirá en olfatearla y examinarla. Normalmente querrá trepar a tu mano y a tu brazo para seguir explorando, si se lo permites.

A veces la temeridad está relacionada con la curiosidad. En cautividad, el jerbo tiene pocas oportunidades de aprender lo que es el temor por experiencia propia o por la de sus padres. Los movimientos o ruidos repentinos pueden asombrar a los jerbos, especialmente a los más jóvenes, pero parece que esta reacción se debe más bien a la sorpresa que al temor. Generalmente no demuestran temor ante objetos, gentes, ruidos, luces, u otro animal desconocido. A causa de esta falta de temor, debes tener cuidado al permitir que tus jerbos entren en contacto con otros animales. Es posible adiestrar algunos perros y gatos para que toleren a los jerbos, pero otros pueden considerar al jerbo como una sabrosa comida o como un entretenido juguete. 




EXCAVAR 

Excavar y arañar son actividades normales para los jerbos. En estado natural, pasan mucho tiempo excavando para hacer sus madrigueras y para buscar comida entre las hierbas y los arbustos del desierto. Sus cortas extremidades anteriores hacen rápidos movimientos para excavar, y las patas posteriores lanzan el material excavado hacia atrás -de manera análoga a un perro cuando hace un hoyo-. A veces también usan la cabeza para empujar material u objetos hacia donde no estorben.

Las aguzadas uñas de las patas delanteras del jerbo pueden eventualmente excavar a través de cartón o hacer arañazos en la madera o en el plástico. Sin embargo, el autor no conoce ningún caso en el que un propietario de jerbos haya sido arañado lo bastante como para romper su epidermis.

En ocasiones puedes mirar dentro de la jaula de los jerbos y pensar que has perdido un animalito. Lo probable es que el animal que falta se halle sepultado completamente debajo del material del lecho. Rasca ligeramente la jaula y probablemente verás asomar una simpática cara con bigotes, como una ardilla en miniatura saliendo de debajo de un montón de hojas

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